miércoles, 29 de junio de 2011

Viena, elegante y monumental

La capital de Austria se alza monumental a orillas del Danubio. Elegante y sobría,  Viena causa una impresión de gran riqueza y de amor al arte. Con edificios neoclasicistas que nos acercan a los antiguos dioses grecolatinos, esta ciudad ha sido para mí uno de los grandes descubrimiento de la Europa central. Tanto la Ópera, como el Parlamento, el Ayuntamiento, la Univerdad o el palacio de Hogburg, demuestran la grandiosidad de lo que fue un Imperio. Y nos llevan a recordar el poder de nuestros ancentros decimonónicos.

Parlamento de Viena

Mientras, paseando por sus antiguas callejuelas, nos encontramos con la magnitud del gótico. La catedral de San Esteban, que se alza digna y monumental ante la espectación de turistas y extraños, o la Iglesia Votiva, otra de las impresionates construciones de la historia del arte.

Interior de la Catedral de San Esteban

Y qué decir de mi amada Modernismo, nacido en esta ciudad y donde Klimt dió tanto que hablar. 'El Beso', un beso que ensalza aún más la grandeza del Palacio de Belvedere, una de las maravillas de la arquitectura que no puede dejar de visitarse. Al menos una vez en la vida...

Palacio de Belvedere


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